IMÁGENES Y SU HISTORIA
Las historias de las fotos enviadas y contadas por AÑAVIEJEROS
1. TOMAR EL FRESCO EN EL CASTILLO
Seis mujeres toman el fresco en el Castillo. Puede verse San Blas y los campos. Las mujeres charlan y rien. Es una reunión alegre. Seguramente contarán historias de niñas. Las protagonistas de la imagen son (de izda. a dcha.: Consuelo (monja), Benedicta, Corpus, tía María, tía Narcisa y Felicia Crespo (nacida en Añavieja, pero residente en Mallén).
TOMAR EL FRESCO EN EL CASTILLO es una actividad que, afortunadamente, sigue hoy. Charlan nuestras protagonistas y sonrien. Las conversaciones serán alegres. Se contarán quizás lo que sucede en el pueblo o con sus familias. Felicia de Mallén, hija de la tía Encarna y el tío Martín Crespo, vive en Mallén, en el barrio Añavieja, que así se llama porque todos los habitantes son descendientes de la familia Crespo, que emigró al pueblo zaragozano en los años 40.
2. BAUTIZOS, AÑOS 50
Bautizo de Ana M. Pascual, madre de Eva y Sara, esposa de Ramón Ferrer. También abuela de Lorien. De izquierda a derecha vemos al padrino, Serafín Sainz Moreno, a Javier, hermano de la bautizada, a Feli, la madrina y prima. La madre, Guadalupe, aparece en un segundo plano, de luto, porque no hacía mucho tiempo algún familiar habría fallecido. En la puerta de la casa familiar están la tía Enriqueta, tía abuela, y Loli, prima. Enriqueta sujeta a Pablo, hermano, que quería formar parte de la instantánea, mientras el padre, Valentín, mira la escena protegiendo la vista del sol. Era verano. Lo atestigua la vestimenta.
Era costumbre el día del bautizo que la madrina tirara desde una de las ventanas de la casa caramelos y perragordas que recogían los niños y niñas del pueblo. Si la chiquillería consideraba que la madrina no había lanzado suficientes golosinas y monedas, no dejaban de cantar:
Bautizo cagao,
del año pasao;
si cojo al chiquillo,
lo tiro al tejao
Los caramelos rebotaban contra la cabeza de los niños y niñas allí congregados, pero no perdían el tiempo en vanas lamentaciones y se tiraban al suelo a por el botín. Los caramelos y las perragordas podían camuflarse entre las piedras de la calle. El cemento quedaba todavía lejano para las calles de Añavieja.
3. PRIMOS MARTÍNEZ, AÑOS 30
La persona del fondo de la derecha parece observar al fotógrafo. Siempre será el desconocido de la foto de los primos Martínez. Hubo quizás una reunión familiar, algún bautizo o comunión. Parece que la primavera había llegado. Los vestidos de los niños son testigos de un tiempo agradable, ni fresco ni caluroso. Es difícil concretar quienes son los protagonistas de la foto, porque la imagen es de los años 30 del siglo pasado. Los que cuentan la historia no se ponen de acuerdo en alguno de ellos. Aún así, se pueden identificar de izquierda a derecha:
Vidal Martínez, sus hermanas Daría y Feli, de luto por la muerte quizás del padre, Darío Martínez. La niña que sostiene la mujer enlutada puede ser Areceli, hermana de los tres anteriores. La enlutada podría ser la tía Gerónima, su madre, viuda. O tal vez, su abuela Paula. Aquí hay muchas discrepancias. Maruja está a su lado con la mano sobre el hombro. La niña pequeña es un misterio, lo mismo que la niña que sostiene un objeto. En la fila de atrás se puede observar a Benedicta, una mujer que no resulta conocida por los que nos describen la imagen, Bienvenida, Mercedes e Ismael Martínez.
Al fondo puede verse la casa que hoy pertenece a Angelines Martínez, que quizás es alguna de las niñas desconocidas de la foto. Hay gavillas de leña coronando la pared del corral. Los protagonistas posan entre hierbas silvestres, tan apreciadas por los ganados.
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